Dinámicas Injustas
Este texto no tiene fines políticos, pero claro, al final soy crítico de ideología y me encanta politizar la estética; soy materialista, curioso y hasta cierto punto fatalista con un optimismo muy, muy avergonzado.
En 1987 el mundo tenía 1.5 billones de pobres (menos de 1 dólar al día), en 2005 eran 1.9 billones, aunque dicho índice se haya modificado en nombre de buenas campañas políticas, esto es obsceno y culpa de un modelo económico abusivo e injusto.
No puedo dejar de pensar que todo aquello que hacemos como sociedad es político de una manera o de otra.
Antes de que pienses que soy un socialista (porque no lo soy), no sé exactamente cómo empezar esta historia, así que lo haré por la frase que me sacó de mi centro y fue como un balde de agua fría. En uno de los últimos viajes, en un barrio muy pobre de Buenos Aires, uno de los jugadores antes de iniciar el partido me dijo: “Yo vendí mi microondas para apostarlo aquí en este juego.
Para él y muchos de ahí, estos partidos significan un ingreso extra, para solventar cosas básicas como vivienda y alimentos. Me parece increíble como en otras partes del mundo tienen la capacidad para crear otras mejoras para la vida, pero la imposibilidad de implementar un sistema para distribuirlas.
Se produce el 1.5x de comida necesaria para alimentar al mundo, donde el menor porcentaje en el pico de la pirámide se queda con la gran mayoría y aun así se desperdicia el 30% previo a su uso, ¿Y los que están abajo, que les toca?.
Me pregunté por qué este “pibe” vendería su microondas para apostar en sí mismo en un partido de fut clandestino. Solo lo entendí al final del partido cuando su equipo ganó, salió con un par de cicatrices nuevas, pero con el doble del valor de su microondas.
El primer paso para crear una nueva alternativa es admitir que la que tenemos es una mierda, que nos destruye física, mental, terrestre y que no tenemos ninguna antigua a la cual volver.
¿Algún día cambiará esta dinámica? No lo sé, espero que sí.
◐ Diego Ruzzarin
Comentarios (4)
Que buena reflexión Diego esperemos que si cambie pero dudo que nos toque verlo quizás nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos, saludos
Buenas trdes Diego, una triste realidad que se vive en argentina y en casi todo sudamerica yo soy de Peru , recuerdo de niño que tenia que buscar caramelos para endulzar el agua y hacer filas interminables para conseguir el pan si bien ahora que tengo 43 años trabajo y me alcanza para comer y vestirme se que en la actualidad muchas personas en mi pais siguen pasando lo que yo pase en su momento nada ha cambiado en favor de la gente pobre y trabajadora . Particularmente lo unico que he conseguido al dia de hoy son deudas y mucho estres teniendo en cuenta que llevo trabajando desde los 11 años y te soy sincero llevo un resentimiento dentro de mi con la clase que abusa del pobre un dia me le enfrente a un “privilegiado” que decia que eramos animales de trabajo lo mande a la m….. con voz entrecortada pero valiente y abandone el trabajo todos los compañeros se quejanban pero fui el unico en enfrentarme por que cuando voltie a ver quien estaba conmigo me di cuenta que estaba solo y me enoje y me di cuenta desde alli que es muy dificil hacer un cambio por que nos tienen adormecidos con psicosociales y los pocos que tienen los ojos abiertos y el conocimiento de lo que realmente sucede en esta sociedad no pueden hacer nada por que el CAPITAL es lo que define la sociedad y es el 1% que maneja el capital y por ende nos domina . lo unico que nos queda como comunidad es seguir informandonos y esperar que muchos de nosotros que luchamos por iguldades y dignidad lleguen a conseguir el poder y no se corrompa y salir de este circulo vicioso que nos esta matando .
Me recuerda mucho esta reflexión – de que tenemos un problema de distribución – ya sea por falta de solución al mismo, o lo que sería peor, que fuese intencional por las altas esferas. Similar a lo que pasa en la película española de 2019 “El Hoyo”, donde los que están en la parte superior, reciben grandes cantidades de comida, y las sobras se van dejando a los que están abajo. Se aprecia el despilfarro cuando se tiene de más, y la urgencia de cómo lograr más con menos de los que están hasta la parte final de la cadena…. Una triste analogía de lo que sucede actualmente con los recursos en nuestro mundo.
Gracias, solo gracias